Capitulo.-8
El testamento de Sam.
A la diez de la
mañana, el cuarteto que sin Don Patrocinio formamos, estábamos en la mesa
redonda de la sala de vídeo conferencias dispuestos a devorarnos los 55 folios
del informe preliminar realizado por Don Sam Casablanca Falsificador.
Hemos llegado al
acuerdo, en un principio, de leerlos de una sola vez, aunque tardemos varios
días, pero consultado Don Jeremías, ha sido de nuevo, el funcionario que en su
día fue y ha dicho que no es poco que leamos como mucho cinco folios por día,
pues además hay que analizarlos debidamente y los demás hemos aplaudido su idea
en lo concerniente al trabajo a realizar, creo que algunos ya, hasta la cara se
les está poniendo de funcionario, pero hemos dicho por mayoría que no, que esto
hay que desenredarlo cuanto antes, por lo tanto leeremos lo que cada día
podamos y cuanto más mejor. Por sorteo el primer turno para esta lectura y su
análisis le ha correspondido a Don Zacarías, que comenzó de forma inmediata.
INFORMACIÓN PREVIA PRACTICADA A Don
JEREMÍAS PELOTARI TOCADOR.
Practicada por el
inspector de servicios D. Sam Casablanca Falsificador, designado por el Gerente
de Salud Gatuna de Área de Gatola, en relación con la responsabilidad en que
pudiera haber incurrido D. Jeremías Pelotari Tocador telefonista de uno de los
Centros de Salud Gatuna de Gatola.
1.- Antecedentes:
El día 11 de abril de 2012 el Gerente de
Emergencias Sanitarias para Gatos de Castilla y León, remitió un escrito a la
Gerencia de Atención Primaria para Gatos de Gatola en el que denunciaba que el
día 4 del presente mes de abril sobre las tres horas treinta y ocho minutos,
hubo una llamada del Centro de Emergencias Sanitarias Gatunas a uno de los
Centros de Salud para Gatos de Gatola que no fue debidamente atendido por Don
Jeremías Pelotari Tocador, telefonista de turno. Según el mencionado escrito,
el citado telefonista se negó a pasar una llamada a uno de los tres Chamanes de
guardia, argumentando que, según él, uno de ellos estaba ocupado y dos estaban
durmiendo y fuera de turno y posteriormente tampoco contestó debidamente las
reiteradas preguntas del mencionado Centro de Emergencias Gatunas acerca de si
se estaba o no atendiendo la urgencia comunicada, ni que finalmente la misma se
hubiera cumplimentado, identificándose ante el Centro de Emergencias como “Am Brosio”.
El 20 de abril de
2012 el Gerente de Atención Primaria de Gatola remitió escrito al Coordinador
del E.A.P.G. del Centro Gatuno donde el citado telefonista presta servicios
para que a la mayor brevedad, se remitiera informe pormenorizado sobre lo
acaecido en la madrugada del día 4 de abril según denuncia del Servicio de
Emergencias Gatunas anteriormente citado.
El día 26 de abril
de 2012 D. Jeremías Pelotari Tocador, en contestación al escrito anterior,
remite, a su vez, otro escrito, en el que no contesta a lo solicitado por su
superior, sino que además y de forma improcedente, exige, a su vez, lo que este
le demanda, a saber, un informe de los hechos de los que él mismo es
protagonista.
Con fechas de 4 de
mayo y 8 de junio, por parte de la Gerencia de Atención Primaria en asuntos de
Gatos, se vuelve a requerir de forma reiterada a D. Jeremías Pelotari Tocador,
información sobre lo acaecido en la fecha mencionada, sin que por parte de este
se haya contestado a dichos requerimientos.
Por su parte, el 18
de mayo de 2012, D. Jeremías Pelotari Tocador presentó un escrito ante el
Gerente de Emergencias Sanitaria Gatunas de Castilla y León, escrito que
debemos considerar de todo punto improcedente, ya que de entrada se arroga
funciones que en modo alguno tiene atribuidas, al solicitar “…la apertura de
EXPEDIENTE SANCIONADOR”, para después transformarlo en una denuncia contra no
se sabe muy bien quien o quienes. Dicho escrito está plagado, en primer lugar,
de contradicciones, pues, por un lado, afirma en el tercer párrafo de la segunda de las alegaciones “Al no
querer darme los datos…”, cuando en el primer párrafo hace constar que “…la
persona con la que hablé me dio los datos necesarios…y demás datos…”, luego
refiere que los datos se los dan “muy rápido”, para posteriormente reconocer
que “me dio tiempo a copiarlos”, como no podía ser de otro modo, ya que según
la trascripción telefónica de la conversación mantenida entre el Centro de
Emergencias Sanitarias Gatunas y D. Jeremías Pelotari Tocador, la
transmisión y recepción de datos dura
unos dos minutos; en segundo lugar, contiene deducciones imposibles, basadas en
actuaciones imaginarias, pues, de la pretendida rapidez en la transmisión de
datos, infiere que tiene como finalidad el que no pudiera recogerlos, sacando
conclusiones que no tienen base objetiva alguna, ya que de lo anterior deduce,
sin que pueda establecerse relación lógica alguna, que la persona que le
transmite los datos “… me está considerando un completo inútil y por lo tanto me
está discriminando en mi trabajo, es decir, que no sirvo para recoger un aviso
telefónico…”; y por último, contiene faltas a la verdad, ya que en la tercera
de las alegaciones afirma haber contestado que “si” a la pregunta de si ya
habían salido los chamanes a hacer el aviso, cuando según consta en la
transcripción telefónica antes mencionada, a dicha pregunta primero contesta al
Gestor Sanitario “Pues no lo sé si han salido o no” y posteriormente a la Jefe
de Sala de Chamanes “Pues han salido, pero no sé si para la calle Serradilla o
Laberiano”, produciéndose a continuación una extraña, a la vez que, podríamos
describir incongruente conversación, a la que nos referiremos más adelante. En
relación con las amenazas que refiere en la cuarta alegación, estas no pueden
sino calificarse también de imaginarias, no existe ningún pasaje de la
transcripción telefónica, que contenga alusión alguna que pueda considerarse
amenaza, pues la única referencia a lo que D. Jeremías Pelotari Tocador llama
amenaza, es, más bien, la constatación de un hecho, cual es la confirmación de
la Jefe de Sala de Emergencias Sanitarias Gatunas, de que se le ha puesto una
incidencia por su comportamiento. Finalmente hay que reseñar el párrafo en el
que califica la actuación del personal de
emergencias como de “…mala fe”, pues según consta en la transcripción
telefónica, el único que actuó de mala fe fue él, ya que, entre otras cosas, a
la pregunta realizada por parte de la jefe de sala que cual era su nombre, le
contesta que “Brosio”, “Am Brosio”; parecido al de “Bond”, “James Bond”, y ya sabemos que ese no
era su nombre.
Finalmente, el 22
de junio, a instancia de la propia Gerencia de Atención Primaria para Gatos se
pone en conocimiento de la Gerencia de Salud de Área Gatuna los hechos
mencionados y se solicita que se valore la situación creada por dicho
telefonista en base a la negativa a proporcionar información a esta Gerencia
así como la reiteración de incidentes que ocurren con este profesional.
Con fecha 5 de
julio de 2012, el inspector que suscribe, recibió el encargo de la Gerencia de
Salud de Área Gatuna de Gatola de practicar la correspondiente “información
previa” relativa a la denuncia antes mencionada.
La documentación
correspondiente a lo anteriormente expuesto se acompaña como anexo a esta
información.
2.- Actuaciones:
En primer lugar se
han realizado entrevistas con los responsables de la Gerencia de Atención
Primaria Gatuna, con el fin de situar los hechos denunciados en el contexto de
la unidad donde viene desempeñando sus labores de telefonista D. Jeremías
Pelotari Tocador.
Se ha recabado de
dichos responsables, todos los antecedentes documentales existentes que
pudieran corroborar los hechos denunciados, con el fin de realizar el oportuno
seguimiento y cotejo de cada uno de ellos con los documentos aportados.
Por el inspector
que suscribe, se llevó a cabo la revisión del expediente personal del
mencionado telefonista, con el fin de conocer el historial laboral del mismo,
dadas las continuas referencias que, por parte de las personas entrevistadas,
se hacían sobre los antecedentes de dicha persona y de los incidentes
protagonizados, tal como se desprende de la documentación que acompaña esta
información.
Se procedió a
recabar de la Gerencia de Emergencias Sanitarias Gatunas la transcripción de la
conversación mantenida por D. Jeremías Pelotari Tocador y la propia Gerencia de
Emergencias Sanitarias Gatunas en la madrugada del día 4 de abril.
Así mismo se
procedió a requerir la información pertinente y los antecedentes documentales
del Coordinador del Centro de Salud Gatuna donde presta servicios como
telefonista, entablando conversación telefónica tanto con el propio coordinador
del Centro de Salud Gatuna, como con uno de los Chamanes de guardia el día que
ocurrieron los hechos denunciados.
Por último se
procedió a citar a D. Jeremías Pelotari Tocador para que compareciera ante el
inspector que suscribe el día 19 de septiembre a las 11 de la mañana,
compareciendo al día siguiente, 20 de septiembre, a petición del propio
telefonista. Una vez realizada la comparecencia y leída por el propio
compareciente, este se negó a firmar la misma, levantándose el correspondiente
“ACTA” del incidente reseñado y que se acompaña conjuntamente con la
comparecencia no rubricada.
La documentación
generada por todas las actuaciones descritas, se acompaña, ordenada por las
fechas que se originaron, como anexo a esta información.
3.- Análisis y
valoración de los hechos denunciados.
Los hechos…
Un momento –dijo
Don Zacarías- y salió al exterior dándole órdenes al “rabillador” de acercarse
a la cocina y le dijera al servicio doméstico que nos fueran servidas
abundantes raciones de ratones coloraos a la plancha, raciones de piensos sabor
“Faisán” de los que la ex ministra Doña Leire Paguín le suministró en su día y
una docena de botellas de tinto “reserva del 98”. Hasta que todo lo encargado
no llegue hacemos un receso, para poder hacer lo que cada uno necesite hacer,
pues yo estoy haciéndome pis en mis calzoncillos pulgueros nuevos.
Al cabo de media
hora ya estaba todo dispuesto en varias mesas por el servicio doméstico y
ordenó al “rabillador” que pasase al interior de la sala y se sirviese a
discreción, este se disculpó cortésmente y solamente cató el vino, pues según
comento debía de estar atento al trabajo encomendado y se volvió a ocupar su
lugar cerrando la puerta tras sí. Los demás nos atizamos unos copazos y acto
seguido la emprendimos con los ratones coloraos asados a la plancha y un par de
bolas del energético pienso fabricado por el afamado alquimista y político de
gran embuste Sr. Rub Al Cabra. Acto seguido Don Zacarías continuó con la
lectura.
Los hechos
denunciados y objeto de esta información pueden agruparse o calificarse de la
forma siguiente:
Desobediencia notoria
o manifiesta a las órdenes o instrucciones de un superior directo, mediato o
inmediato, emitidas por este en el ejercicio de sus funciones.
Esto –dijo el Gran
Akila- es peor que el ejército.
Silencio en la sala
-ordenó Don Zacarías- y continuó con la lectura.
Tal como se
desprende de lo actuado, de la documentación revisada y que se acompaña como
anexo de esta información, es evidente que D. Jeremías Pelotari Tocador se ha
negado de forma reiterada a contestar a los requerimientos del Gerente de
Atención Primaria Gatuna que, en tres ocasiones, ha solicitado información al
mencionado telefonista sobre los hechos acaecidos en la madrugada del 4 de
abril pasado de los que él mismo es protagonista. En la primera de ellas (20 de
abril), no solo no contesta a lo que se le pide, sino que en el escrito de
fecha de 26 de abril, que remite D. Jeremías Pelotari Tocador como
contestación, entre otras cosas, “…insta a que a la mayor brevedad posible se
remita informe muy pormenorizado”, es decir, no solo no contesta a su superior,
sino que además y de forma improcedente le exige, a su vez, lo que este le
demanda, a saber, un informe sobre los hechos de los que él mismo es
protagonista, y en las dos ocasiones restantes, escritos de 4 de mayo y 8 de
junio, ni siquiera contesta a dichos requerimientos.
Notorio
incumplimiento de sus funciones.
Tal como se desprende de lo actuado y
fundamentalmente de la transcripción de la conversación telefónica mantenida
entre D. Jeremías Pelotari Tocador y el Centro de Emergencias Sanitarias para
Gatos, que se acompaña como anexo de esta información, así como de la propia
comparecencia, aunque esta no se haya rubricado por parte del compareciente, es
evidente que D. Jeremías Pelotari Tocador, en la madrugada del día 4 de abril
pasado incumplió claramente sus funciones, pues se negó en dos ocasiones a
pasar la comunicación del Centro de Emergencia para Gatos a los chamanes de
guardia. Así a las 3:31’32’’ del mencionado día cuatro de abril, a la petición
por parte del Centro de Emergencias Gatunas para que: “Me pasa con el Chamán”
D. Jeremías Pelotari Tocador contesta “No”, y seguidamente a la pregunta “No
hay ningún Chamán”, él mismo contesta “Si, hay tres”, para concluir contestando
a la pregunta “No me puede pasar con ninguno”, “No, en este momento no”, es
decir, se niega a cumplir una de sus funciones, sin que exista argumento o
razón que avale dicha negativa. Un minuto después y según consta en la
mencionada trascripción. A la nueva demanda por parte del Chamán regulador del
Servicio Gatuno de Emergencias, para que le pasase con algún curandero de
guardia D. Jeremías Pelotari Tocador le vuelve a negar la comunicación con uno
de los galenos alegando en este caso, que “En este momento no puede ser porque
hay un cachorro de gato aquí que está bastante mal y están ahí atendiéndolo
“ y que “…los demás están acostados, no
están en su turno y para coger un aviso yo tengo todos los datos, no sé qué es
lo que ustedes quieren decirme más”, es decir, vuelve a incumplir sus
funciones, sin que los argumentos que utiliza como base de la negativa puedan,
de ninguna manera, avalar la misma.
A las 4: 14’ 28’’
vuelve a tener una conversación con el Gestor Sanitario para asuntos de Gatos
en la que por parte de este se le demanda a D. Jeremías Pelotari Tocador la
confirmación de si los Chamanes de guardia habían salido o no a atender la
urgencia a la C/ Serradilla y, según consta en la trascripción de la
conversación mantenida por D. Jeremías Pelotari Tocador y la mencionada Jefe de
Sala del Centro de Emergencias Gatunas, cuando le pide que le confirme “…si el
chamán ha salido al aviso de la C/ Serradilla…” contesta “pues han salido, pero
no sé si para la C/ Serradilla o laberiano”, produciéndose a continuación una
conversación de lo más extraña a la vez que, podríamos calificar de
incongruente por parte de D. Jeremías Pelotari Tocador, a tenor de sus
respuestas. Así a la pregunta de la Jefe de Sala de si “Tenían dos avisos”,
lógica si tenemos en cuenta su contestación anterior, D. Jeremías Pelotari
Tocador responde, “No nada más que uno” y a la de “Entonces cómo sabe si van a
uno u otro” contesta “Porque no me lo han dicho” y a la pregunta “Pero tenían
dos avisos o solo el de la C/ Serradilla contesta “solamente uno”, respondiendo
la Jefe de Sala “entonces usted sabrá si han salido o no o se han ido a otro
sitio diferente”, contestando por su parte “Y yo que sé. Yo los he visto que
han cogido el coche, el teléfono de aquí y se han ido, una vez que han salido
de aquí no sé ya a donde van”. Es decir, no solo no incumple el deber de
informar adecuadamente al Centro de Emergencias, sino que, de la conversación,
se desprende una evidente ausencia de lógica, cuya única finalidad es confundir
al interlocutor.
La grave
desconsideración con los superiores, compañeros, subordinados o usuarios.
Tal como se
desprende de la trascripción telefónica, así de cómo de los escritos revisados
y más arriba mencionados, D. Jeremías
Pelotari Tocador, mantuvo a lo largo de la madrugada del día 4 de abril una
actitud desafiante y desconsiderada con el personal del Servicio de
Emergencias, debiendo destacar el episodio ocurrido a las 4: 19’ 57’’, cuando,
después de la conversación anterior, pregunta a la Jefe de Sala “Usted es la
controladora del Centro Gatuno este”, a lo que la jefe de sala le responde ”No,
no la controladora soy la Jefe de Sala de Emergencia Sanitarias Gatunas, del
centro Coordinador, siendo lo anterior respondido por D. Jeremías Pelotari
Tocador en estos términos, “yo, pensaba que era Usted la que ordenaba y mandaba
aquí, porque ya es la tercera vez que me llama o cuarta vez”, contestando la
jefe de sala “…llamaremos cuanto sea preciso”. Siendo respondido por D.
Jeremías Pelotari Tocador, de la siguiente forma: “Si…si quiere me estoy
aguantándola a usted hasta las ocho de la mañana”. Posteriormente dio el nombre
de Brosio” a la jefe de sala de Emergencias, cuando esta le preguntó “Como se
llama Usted”. Y, cuando le preguntó “Qué más”, le responde, a su vez, Am. Y
“usted como se llama”, evidenciando una mala fe en la respuesta que no tiene
otra finalidad que la de ocultar su verdadera identidad.
Por último, hay que
reseñar que, según se deduce, tanto del escrito de denuncia de la Gerencia de
Emergencias Gatunas de fecha de 11 del pasado mes de abril, como de la
conversación entre el chamán regulador y el personal del Soporte Vital Básico
(SVB) EL MENCIONADO DÍA 4 DE ABRIL, NO ES LA PRIMERA VEZ QUE HA HABIDO ALGUNA
INCIDENCIA CON LA FORMA DE PROCEDER DE D. Jeremías Pelotari Tocador en su
relación con la Gerencia de Emergencias Sanitarias Gatunas. Así, en el
mencionado escrito, se dice textualmente: “Puesto que el hecho que paso a
exponer…se ha repetido en varias ocasiones…”, para, posteriormente remarcar que
“la incidencia, que insisto no es la primera…”, y finalmente reiterar que “…el
incidente, que por no ser el primero, y con la misma persona…”. Por su parte,
en la referida conversación, al personal del SVB no le extraña nada cuando el chamán regulador
le relata la conversación mantenida con D. Jeremías Pelotari Tocador, y
posteriormente le identifica, sin lugar a duda, pues cuando el chamán regulador
dice que “…ha hablado con un administrativo o
telefonista”. El SVB confirma “El Telefonista”, poniéndole nombre “No,
D. Jeremías”, cuando le pregunta “¿Sabes cómo se llama el telefonista que está
hoy de noche?, ¿Brosio puede ser?
4.- Conclusiones
Tras las
actuaciones practicadas, el inspector que suscribe, entiende que pueden
concurrir en D. Jeremías Pelotari tocador, la autoría de las siguientes faltas disciplinarias:
Dos faltas muy
graves de las contenidas en el artículo 72.2.f y 72.2. g) de la Ley 55/2003 de
16 de diciembre por la que se aprueba el Estatuto Marco del Personal
Estatutario de los Servicios de Salud Gatunos, a saber:
1ª.- Desobediencia
notoria o manifiesta a las órdenes o instrucciones de un superior directo,
mediato o inmediato, emitidas por este en el ejercicio de sus funciones.
2ª.- Notorio
incumplimiento de sus funciones o de las normas reguladoras del funcionamiento
de los servicio, y una falta grave, contenida en el Artículo 72.3.d, de la Ley
55/2003 de 16 de diciembre por la que se aprueba el Estatuto Marco del Personal
Estatutario de los Servicios de Salud Gatunos, a saber;
1ª.- La grave
desconsideración con los superiores, compañeros, subordinados o usuarios.
A lo anteriormente
expuesto, hay que añadir que, varios de los hechos objeto de esta valoración,
tienen la consideración y han de calificarse de reincidentes.
5.- Propuesta
Las conductas
descritas a lo largo de esta información, si se considera oportuno, pueden
motivar la iniciación de actuaciones disciplinarias con la valoración que
determine el órgano instructor que se designe al efecto.
Gatola
27 de septiembre de 2012
EL
INSPECTOR DE SERVICIOS
Fdo.:
Sam Casablanca Falsificador
Algo que quiera
aclararnos sobre esto Don Jeremías, de forma muy breve, pues voy a continuar
con la lectura en lo que me atice un par de copas y unos piensos “faisán”.
Si –contesto este-
lo que más me jode es que me toquen las pelotas y cuando eso ocurre, hago honor
a mis apellidos, tal y como me enseñó mi padre.
Sin más comenzó a
leer de nuevo:
ACTA
Para hacer constar
que siendo las 12 horas y diecinueve minutos del día 20 de septiembre de 2012,
ha comparecido D. Jeremías Pelotari Tocador, contestó a las preguntas
realizadas por el inspector de servicios que esto suscribe y que, una vez
terminada la citada comparecencia se negó a firmar la misma.
Y para que conste
se levanta la presente ACTA que firman junto al inspector actuante, el propio
compareciente y la vigilante de seguridad.
Yo, Don Zacarías
Moro Moro, os confirmo que hay tres firmas ilegibles. Doy fe.
Doy comienzo a leer
al interrogatorio -continuó- al que fue sometido Don Jeremías por Sam
Casablanca Falsificador, ánimo escribano que ya terminamos por hoy.
Menos cachondeo
–dije- que una cosa es leer y otra escribir, además antes de seguir déjeme que
me remoje el gaznate con una copa de reserva, pues de tanto escribir es lo
único que tengo un poco reseco y sin más me aticé un copazo que por el sabor me
pareció un vino bendito.
Puede comenzar a
leer y comenzó diciendo:
En Gatola siendo
las 11 horas del día 20 de septiembre de 2012, previamente citado para el día
19 y modificada la fecha a petición del interesado, comparece ante el inspector
de servicios gatunos Don Sam Casablanca, Don Jeremías Pelotari Tocador,
telefonista de uno de los Centros de Salud de Gatola, quien informado del
objeto de la presente comparecencia, a las preguntas realizadas, responde lo
que sigue:
Protesto –dijo Don
Jeremías- ese cabrón en vez de informarme, se dedicó a atender una llamada
telefónica en la cual le preguntaron si me había presentado a la entrevista,
llamada realizada por otro cornudo que en esa gerencia hay, que más que un gato
cornudo es un gato venado de la cabeza, por la cornamenta que en ella porta.
Le recuerdo Don
Jeremías –dijo Don Zacarías- que está prohibido interrumpir las lecturas a no
ser por “catástrofes naturales de fuerza mayor”, así es que se tranquilice, no
haga honor a sus apellidos y tiempo tendrá, en el momento oportuno, de hacer
ante nosotros las consideraciones que estime oportunas.
Continúo con la
lectura.
Preguntado: ¿Desde
cuándo viene desempeñando sus labores como telefonista en el actual centro en
el que ahora trabaja?
Respuesta: Mis
labores las presto últimamente en mi casa, pues mi Señora Gata de nombre Flora
y de apellidos, los clásicos: Si se la meto chilla Si se la saco llora, me ha
parido una camada de seis cachorritos que son una delicia y de momento soy yo
quien desempeña las labores en casa. En
cuanto al trabajo, lo llevo desempeñando desde el primer día que comencé a
hacerlo, ni un segundo antes ni un segundo después.
Preguntado: ¿Cuáles
son sus funciones en relación con las llamadas de Emergencias Gatunas?
Respuesta: Las que
marca la Ley.
Preguntado: ¿Existe
algún registro documental de las actividades que desarrollan los telefonistas y
más concretamente en su relación laboral con los servicios de emergencias
gatunas?
Respuesta: Yo no
llevo ningún tipo de registro, en todo caso si ellos lo llevan debe
preguntárselo a ellos, pues lo deben saber mejor que yo.
Un momento Don
Zacarías –dije- lea Usted más despacio, que el vino le debe de haber desatado
la lengua.
O a ti te ha
retrotraído la mente -me contestó- sustituye la palabra pregunta por una P y la
palabra respuesta por una R y veras como adelantas en la escritura. En todo
caso es que trato de superar la velocidad de la luz.
P: El día 4 de
abril de 2012. ¿En qué turno trabajó Usted?
R: En el que me
marca la Ley para ese día.
P: Cuando realiza
sus turnos. ¿Donde está su ubicación habitual?
R: En una especie
de perrera, en la que se encuentran instalados los teléfonos.
P: ¿Recuerda qué
gatos-chamanes y aprendices de chamanes de ese mismo Centro de Salud Gatuna
estuvo con Usted ese día y en ese turno?
-Estuvo Don
Zacarías –pregunté- o estuvieron.
-Es que estás
poniendo en duda de que no sé leer -me contestó-, copia las cosas tal y como te
las leo y nos ordenó remojarnos el gaznate con otro copazo de vino, beban que
la bodega la tengo bien surtida.
R: En relación con
esta pregunta pongo en tu conocimiento que en la Ley 55/2003 de 16 de diciembre
por la que se aprueba el Estatuto Marco del Personal Estatutario de los
Servicios de Salud Gatunos, ese que parece que conoces muy bien, en su Artículo
19, en el que están recogidos mis deberes de funcionario, en su apartado j)
dice: Mantener la debida reserva y confidencialidad de la información y
documentación relativa a los Centros Sanitarios y de la de los usuarios
obtenida, o a la que tenga acceso en el ejercicio de sus funciones.
Por lo tanto y
acogiéndome a dicho artículo, eso debe usted pedirlo en el lugar adecuado, pues
yo no puedo proporcionársela, pues vulneraría la Ley.
P: Según consta en
un escrito de fecha 11 de abril pasado que fue remitido a la Gerencia Gatuna de
Atención Primaria por la Gerencia Gatuna de Emergencias Sanitarias, el día 4
del mismo mes de abril, hubo una llamada del Centro Gatuno de Emergencias
Sanitarias al Centro Gatuno donde usted presta servicios que no fue debidamente
atendida por Usted. De acuerdo con el mencionado escrito, Ud. se negó a pasar
una llamada a uno de los tres chamanes de guardia, y posteriormente, tampoco
contestó debidamente las reiteradas preguntas del mencionado Centro de
Emergencia Gatunas acerca de si se estaba o no atendiendo la urgencia
comunicada, ni que finalmente, la misma se hubiera atendido, identificándose
ante el Centro Gatuno de Emergencias como Am Brosio. ¿Tiene algo que alegar?
R: Me remito al
artículo 19 del Estatuto Marco que trata de mis deberes, que ya le he indicado
anteriormente y que además en su apartado ñ) dice: Ser identificado por su
nombre y categoría profesional por los usuarios del Sistema Nacional de Salud Gatuno.
Por lo tanto no
tengo la obligación de identificarme ante nadie y menos por teléfono y en todo
caso yo no tengo que demostrar nada, eres tú quien tienes que demostrar todo,
ponme una Ley encima de la mesa en la que diga que estoy obligado a
identificarme por teléfono ante cualquier pela gatos, sea quien sea y le digo
más, las Leyes en cuanto a los Funcionarios Gatunos parecen estar hechas por La
Santa Inquisición.
P: Según consta en
la trascripción de la conversación mantenida por Usted, y el Gestor Sanitario
del Centro de Emergencia Gatunas, a las 3:31’32’’ del mencionado día 4 de
abril, a la petición por parte de este para que: “me pasa con el chamán” usted
contesta “No”, y seguidamente a la pregunta “No hay ningún chaman”, Ud.
Contesta “sí, hay tres”, para concluir contestando a la pregunta “No me puede
pasar con ninguno”, “No, en este momento no”. ¿No considera Ud. lo
anteriormente expuesto una negativa sin argumento alguno?, ¿Cree Ud. adecuada
esa negativa?, ¿Tiene algo que alegar?
R: Si, en ese
momento había dos chamanes acostados y una de los chamanes estaba atendiendo a
un cachorro que tenía una herida de bastante consideración en la cabeza y
tenemos absolutamente prohibido, de palabra, el molestar a los chamanes que
están dormidos, porque tienen dividida toda la jornada laboral en turnos. Hay
tres turnos:
1.- Al comenzar la
jornada de guardia se reparten el horario de quien va a descansar en cada hora
y qué es lo que van a hacer durante el horario del día y de la noche. Es decir
comienzan repartiéndose el descanso, no el trabajo.
2.- El turno uno
comienza pasando consulta.
3.- El turno dos
está para hacer los domicilios, si los hay y el turno tres está de descanso.
4.- Durante la
siguiente hora de la jornada laboral, tanto chamanes como aprendices de
chamanes rotan, pues los/as aprendices de chamanes también están incluidos en
la CASTA y los que antes estaban pasando consulta, pasan a atender los
domicilios, si los hubiera y el segundo turno, los que antes estaban para
atender los domicilios, pasan a su hora de descanso y el/la chamán y el/la
aprendiz de chamán que han estado descansando, es decir, que no trabajaban en
esa hora, aunque sí la cobran, pasan a atender las consultas que haya durante
una hora y así van rotando durante todo el día.
Este horario dura
hasta las 00 horas, a partir de este momento y hasta las dos horas y cuarenta
minutos, de la madrugada, el chamán que haya tenido el turno uno citado, tiene
que hacer los domicilios y además atender todo lo que llegue al servicio de
urgencias. Todos los demás duermen.
A partir de las dos
horas y cuarenta minutos de la madrugada y hasta las cinco y veinte minutos de
la madrugada, pasan a realizar todos los servicios anteriormente citados el/la
chamán y el aprendiz/a de chamán que
durante el día hayan realizado el turno número dos, y los demás duermen, desde
que estos terminan su turno, es decir, a las cinco horas y veinte minutos y
hasta el fin de la guardia pasan a realizar todos los servicios que haya
durante el citado horario el/la chamán y el aprendiz/a de chamán que les haya
correspondido el turno número tres. Que durante la noche no va nadie, duermen
todos como lirones, lo mejor de toda la noche es la sinfonía que dan con los
ronquidos, digna de ser escrita por cualquier compositor de los mejores que se
puedan encontrar en la historia de la música, por citarle alguno: Beethoven,
Mozart, Bach. A mí en concreto al oírla solamente me dan bostezos, pues al no
pertenecer a la Casta, no tengo derecho a dormir.
Todo esto lo conoce
el director provincial de chamanes Sr. Porrino, porque se lo comuniqué
verbalmente delante del actual Gerente de Atención Primaria Gatuna, cuando este
ocupaba el cargo de Director Gatuno de Gestión. La respuesta del Sr. Porrino a
esto fue: “La Casta es la Casta”, con todos sus privilegios, para rematar la
faena diciendo: “Eso es organización interna”.
P: Un minuto
después y según consta en la mencionada trascripción, a la nueva pregunta, ya
por parte del chamán regulador del servicio de emergencias gatunas, para que se
le pasase con algún chamán de guardia Ud. le vuelve a negar la comunicación con
uno de los chamanes alegando en este caso, que “En este momento no puede ser,
porque hay un cachorro aquí que está bastante mal y el chamán de turno está ahí
atendiéndolo” y que los demás están acostados, no están en su turno y para
coger un aviso del que ya tengo todos los datos, no sé qué es lo que ustedes
quieren decirme más”. ¿Cree adecuada la respuesta?, ¿Tiene algo que alegar?
R: No recuerdo más,
pero sí creo adecuada y acertada la respuesta.
P: ¿A qué se
refiere con que”…no están en su turno…”, si con anterioridad y en la misma
conversación a las 3:31’32’’ y a la misma pregunta dice que había tres chamanes
de guardia?
R: Ya he explicado
cómo funciona la organización interna de La Casta de los chamanes y sus
privilegios en los servicios de urgencias gatunas. Durante la noche uno trabaja
en su correspondiente turno y los otros dos se tocan los cojones o la breva.
Esto mismo hacen los aprendices/as de chaman.
P.- Entonces según
Ud. ¿Es habitual que los chamanes de guardia establezcan turnos? y cuando están
fuera de turno no ATIENDAN LAS URGENCIAS.
R: Cosas de La
Casta de los chamanes. ASÍ ES.
P: ¿Entonces por
qué no les pasó la llamada a los que, según Ud. estaban durmiendo?, ¿Tiene
alguna orden en ese sentido?, ¿Fue una iniciativa suya?
R: Es una orden de
los chamanes que están allí.
P: ¿Esta orden de
los chamanes está reflejada documentalmente?
R: Un chaman es un
poco más listo que tú, o es que crees que son tan majaderos para dar esa orden
por escrito.
P: ¿Cuando los
chamanes de guardia salen a atender una urgencia domiciliaria no queda
constancia de su salida o se lo comunican?
R: Queda reflejado
en el libro de registro de las personas que son atendidas, bien en el servicio
de urgencias o en su domicilio. Se le da la llave del coche, y el papel donde consta la dirección y los
datos del gato que tienen que atender, pero normalmente lo cogen ellos, tanto
la llave del coche como la dirección y los demás datos, pues una vez tomada
nota de estos, se deja todo encima de la mesa que en la perrera existe.
P: ¿Dónde se
custodian las llaves de los vehículos que utiliza el chamán para realizar los
avisos domiciliarios?
R: En el cajón de
la mesa que en la perrera del telefonista hay.
P: Entonces, ¿El
telefonista de turno, dada su ubicación y el hecho de ser el depositario de las
llaves de los vehículos, necesariamente ha de conocer, en un momento
determinado, si el gato chamán se ha desplazado o no?
R: Si, pero una vez
que sale y se marcha, yo no puedo garantizar a donde va, pues, hasta a tomar
copas, ha habido más de uno que ha ido, incluidos clubs de alterne.
P: A las 4:14’28’’
vuelve a tener una conversación con el Gestor Sanitario Gatuno del Centro de
Emergencias en la que por parte de este le demanda a Ud. la confirmación de si
los chamanes de guardia han salido a atender el aviso que Ud. no quiso pasarles
de inmediato y Ud. vuelve a contestar que no lo sabía. Según consta en la
trascripción de la conversación mantenida por Ud. y el Gestor Sanitario, a la
pregunta de éste sobre si “…habían salido los chamanes a la C/ Serradilla…” Ud.
respondió “Pues no lo sé si han salido o no” ¿No lo sabía o no se lo quiso
decir?
R: Esa trascripción
no refleja todo el contenido de lo hablado en ese momento.
P: Pero según ha
dicho anteriormente los chamanes cuando salen a atender una urgencia
domiciliaria se lo comunican al telefonista de turno, es decir, a Ud. ese día,
y queda constancia. Entonces sí sabía que habían salido y, por tanto no se lo
quiso decir ¿Por qué?, ¿Tiene algo que alegar?
R: Sí, yo no he
venido aquí a dar clases de Derecho, pues no soy experto en dicha materia, pero
por Ley tengo prohibido dar datos relacionados con la actividad que en el
Centro Gatuno ocurra y por supuesto no fui a supervisar el libro de registro
para ver si había quedado constancia o no de si habían salido a hacer el aviso
o no habían salido, ese no es mi trabajo.
REGUNTADO: Así
mismo a las 4:19’57’’, tampoco contestó de forma adecuada a la jefe de sala del
Centro de Emergencias, quien, después de identificarse como tal, le preguntó si
los chamanes habían salido o no a atender la urgencia a la C/ Serradilla y
según consta en la trascripción de la conversación mantenida por Ud. y la
mencionada Jefe de Sala del Centro de Emergencias, cuando le pide que le
confirme “…si el chamán ha salido al aviso…” Ud. contesta “Pues han salido,
pero yo no sé si a la C/ Serradilla o laberiano”, produciéndose a continuación
una conversación de lo más extraña a la vez que, podríamos calificar de
incongruente por su parte, a tenor de sus respuestas. Así a la pregunta, de la
jefe de sala, de si tenían dos avisos o solo el de la C/ Serradilla, lógica si
tenemos en cuenta su contestación anterior, Ud. responde “No nada más que uno”
y a la de “Entonces como sabe si van a uno u otro”, contesta “Porque no me lo
han dicho”, respondiendo la jefe de sala “Entonces usted sabrá si han salido o
no o se han ido a otro sitio diferente” contestando por su parte ¡Ah¡ y yo que
sé. Yo los he visto que han cogido el coche, el teléfono de aquí y se han ido,
una vez que han salido de aquí no sé donde van”. ¿Tiene algo que alegar?
Don Zacarías –dije-
reguntado o preguntado.
Aquí pone reguntado
o lo pones en duda, me contestó.
R: Ni reguntado, ni
rejuntado. Felizmente casado con mí gata Flora.
P: Antes ha dicho
Usted que existe un registro de actividades y que los chamanes cuando salen a
atender una urgencia domiciliaria se lo comunican al telefonista de turno, es
decir, a Ud. ese día, y que queda constancia. Además también ha dicho que es el
telefonista ubicado en la perrera que a la entrada hay, en este caso Ud., es el
que custodia y les entrega las llaves de los vehículos que utilizan en los
desplazamientos a los domicilios. Entonces sí sabía que habían salido y a
donde. ¿Porqué le dijo a la jefe de sala que no lo sabía?
R: Yo le he
contestado que cuando han salido me han comunicado que se iban a la C/
Serradilla a hacer el aviso, pero, una vez que han salido del centro no le
puedo garantizar donde van, o es que te crees que yo soy adivino.
P: ¿Pero eso no es
lo que figura en la trascripción telefónica?
R: Esa trascripción
telefónica no está ni completa ni firmada por el gato o gata que la haya hecho
y no me sirve para nada, hasta se la puede haber inventado alguien. ¿Has sido
tú Sam?
P: ¿Su nombre
completo es Jeremías Pelotari Tocador?
R: Si, aunque soy
más conocido por “El Gran Tocador de Pelotas”.
Reguntado: Entonces
¿Porqué dio el nombre de Am Brosio a la jefe de sala de emergencias gatunas
cuando le preguntó “Cómo se llama Ud.”?, y porqué, cuando posteriormente esta
le preguntó “Qué más”, Ud. le responde a su vez, con esta pregunta: “Eh”. ¿Y
usted cómo se llama?
R: Yo, también
tengo derecho a preguntar cerdo. No obstante te repito, que ni reguntado ni
rejuntado, casado con la Gata Flora.
P: Según los
escritos que obran en nuestro poder, Ud. ha incumplido de forma clara y
reiterada los requerimientos de un superior, concretamente del Gerente de
Atención Primaria Gatuna que, en tres ocasiones, le ha instado para que le
informara de los incidentes acontecidos durante la noche del pasado cuatro de
abril. Así en la primera ocasión en que se le requirió dicha información, 20 de
Abril de 2012, Ud. no solo no contesta a lo que se le pide, sino en el escrito
que remite con fecha 26 de Abril, entre otras cosas,”…insta que a la mayor
brevedad posible se remita informe muy pormenorizado”, es decir, no solo no
contesta a su superior, sino que además y de forma improcedente le exige, a su
vez, lo que este le demanda, a saber, un informe sobre los hechos de los que
usted mismo es protagonista, y en las dos ocasiones restantes, escritos del 4
de mayo y 8 de junio, ni siquiera contesta a dichos requerimientos. ¿Tiene algo
que alegar?
R: Los dos escritos
de 4 de mayo y 8 de junio no los he recibido. Respecto a la contestación del
primero de ellos, el escrito iba dirigido al Coordinador del Centro Gatuno, no
me fue entregado, solamente me comunicó una de las administrativos que había
recibido orden del coordinador de comunicarme que había recibido un escrito del
Gerente de Atención Primaria para Gatos, para que contestase con relación a una
llamada del Centro Coordinador de Emergencias Gatunas producida sobre las 3
horas 48 minutos, pero en ningún momento se me proporcionó el escrito remitido
por el Gerente al coordinador y tampoco el escrito enviado por el Gato Director
Gerente de la Gerencia gatuna de Emergencias, de ahí mi respuesta pidiendo que
me dijera de qué se me denunciaba o acusaba, puesto que si no lo hacía estaba
incumpliendo el Articulo 24 de la Constitución en sus puntos uno y dos.
Así es que lo único
que reclamé fueron mis derechos. Derechos que el cornudo que manda en Atención
Primaria siempre me deniega, tanto este como todos los demás que pido.
P: Sin embargo, el
18 de mayo de 2012 UD. PRESENTÓ UN ESCRITO ante el Gerente de Emergencias
Sanitarias para Gatos de Castilla y León, escrito que debemos considerar de
todo punto improcedente, pues de entrada se arroga funciones que en modo alguno
tiene atribuidas, al solicitar “…la apertura de expediente sancionador”, para
después transformarlo en una denuncia contra no se sabe muy bien quién o
quiénes. Dicho escrito está plagado, en primer lugar, de contradicciones, pues,
por un lado, afirma en el tercer párrafo de la segunda de las alegaciones “Al
no querer darme los datos…”, cuando en el primer párrafo hace constar que “…la
gata con la que hablé me dio los datos necesarios…y demás datos…”, luego
refiere que los datos se los da “muy rápido”, para posteriormente reconocer que
“me dio tiempo a copiarlos”, como no podía ser de otro modo, ya que según la
trascripción telefónica la recepción de datos dura unos dos minutos; en segundo
lugar, contiene deducciones imposibles, basadas en actuaciones imaginarias, pues, de la pretendida
rapidez en la transmisión de datos, infiere que tiene como finalidad el
que Ud. no pudiera recogerlos, sacando de todo ello conclusiones que no tienen
base objetiva alguna, ya que de lo anterior deduce, sin que pueda establecerse
relación ni lógica ni cierta, que la persona que le transmite los datos “…me
está considerando un completo inútil y por lo tanto me está discriminando en mi
trabajo, es decir, que no sirvo para recoger un aviso telefónico…”, y en tercer
lugar, contiene faltas a la verdad, pues, en la tercera de las alegaciones,
afirma haber contestado que “sí” a la pregunta de si ya habían salido los
chamanes a hacer el aviso, cuando según consta en la trascripción telefónica, a
dicha pregunta primero contesta al Gestor Sanitario Gatuno “Pues no lo sé si
han salido a hacer el aviso o no” y posteriormente a la jefe de sala “Pues han
salido, pero no sé si para la C/ Serradilla o laberiano”, produciéndose a
continuación la extraña, a la vez que, podríamos describir incongruente esta
conversación, que ya ha quedado reflejada con anterioridad en esta
comparecencia. En relación con la amenaza que refiere en la cuarta alegación,
estas no pueden sino calificarse también de imaginarias, no existe ningún
pasaje de la transcripción telefónica que contenga alusión alguna que pueda
considerarse amenaza, pues la única referencia a lo que Ud. llama amenaza, es,
más bien, la constatación de un hecho, cual es la confirmación por parte de la
jefe de sala de que se le ha puesto una incidencia por su comportamiento.
Finalmente hay que reseñar el párrafo en el que Ud. califica la actuación del
personal gatuno de emergencias como “…de mala fe”, ya que entre otras cosas y
citando solo lo más destacado, a la pregunta realizada por parte de la jefa de
sala de ¿cómo se llama Ud.?, Ud. responde Brosio, “Am Brosio”, y ya sabemos que
ese no es su verdadero nombre. ¿Tiene algo que alegar a todo lo expuesto?
R: Tú, escuerzo, yo
hago y dirijo escritos a quien me sale de las pelotas. ¿Quién eres tú para
decirme lo que yo, Don Jeremías Pelotari Tocador, puedo hacer o no puedo hacer?
Con el discurso tan largo que me has soltado y que ya ha quedado contestado en
preguntas anteriores, me ha parecido o eso al menos creo recordar, que en un
momento dado me decías no se qué de algo que me quieres chupar, si no es así
corrígeme, pero si es así ve poniéndote de rodillas. No tengo que añadir nada
más.
Un momento dijo
-Jeremías- se interrumpe la lectura, pues aquí se dio una “catástrofe natural
de fuerza mayor”, os explico, ante esta respuesta le entró un temblor por todo
su cuerpo que parecía que tenía el baile de San Vito o enfermedad de Huntington
y comenzó a teclear letras en el teclado del ordenador al menos durante cinco
minutos. Parecía en esa actitud un autentico pianista. Me ofrecí voluntario para
llamar al Servicio de Emergencias Gatunas y balbuceando me dijo que no, que ya
se le pasaba.
Otros diez minutos
tardó en borrar lo malamente tecleado.
P: ¿Ha tenido otros
episodios parecidos, es decir, le consta que se hayan recibido quejas o
denuncias por actuaciones similares tanto del Centro Gatuno de Emergencias o de
algún otro usuario del Centro?
R: Para episodios
el que acabas de pasar tú, escuerzo. En mi expediente consta al menos una
mención honorífica, en base a que un paciente dirigió una carta al Gerente de
Atención Primaria para Gatos, el cual me hizo llegar una fotocopia de la misma.
La única que tengo fue hace bastante tiempo de un paciente que me dijo, ante la
tardanza en ser atendido por los chamanes, que despertara, que estaba dormido,
al mismo tiempo que tocaba las palmas y gritaba que su madre se moría, sobre
esto, pasados 19 días, me denunció, porque según él le había contestado que:
“cuando me viera por la calle que me tocase las palmas si tenía los cojones
bien puestos”. Comentario que en ningún momento realicé, no por falta de ganas,
sino por respeto a los demás pacientes y a su anciana madre.
P: ¿Desea añadir
alguna otra manifestación o añadir algo?
R: No.
En prueba de
conformidad, leída la presente declaración por el compareciente y encontrándola
conforme con lo manifestado, firma la misma en unión del Inspector de Servicios
Gatunos en el lugar y fecha que figura en el encabezamiento, haciéndole entrega
de la copia solicitada.
Esta declaración no
está firmada por nadie –dijo Don Zacarías- o yo al menos no encuentro las
firmas.
Le recuerdo Don
Zacarías –dije- que al principio del capítulo ha leído Usted un ACTA que se
levanta por que Don Jeremías, se negó a firmar, lo que este escuerzo
falsificador dice en su escrito que declaró.
Acto seguido –Don
Zacarías- me preguntó: ¿Escribano que has puesto, trascripción o transcripción,
en las notas que has tomado?
Tal y como se ha
leído, trascripción. Muy bien, pero si alguna vez veis a este sapo por la calle
decidle: “que se escribe transcripción”, del latín transcríbere.
Yo, Don Zacarías
Moro Moro confirmo que lo aquí copiado por el medio escribano de “El Encinar”
coincide fielmente con la lectura que he realizado. Doy fe.
Continuo leyendo,
escribano, “…copia…”.
Un momento, este
folio que os quería leer y os lo leeré comienza como el anterior hasta llegar a
la pregunta:
P: ¿Desea añadir
alguna otra manifestación o añadir algo?
La respuesta es
DIFERENTE A LA DADA ANTERIORMENTE.
La respuesta que
ahora hay dice:
R.- Que a la
pregunta de cómo se llamaba, recibida desde el Centro de Emergencias Gatunas y
que contesté Brosio, Am brosio, fue debido a que pensé que me preguntaba por el
nombre del paciente.
Sigue con lo de, en
prueba de conformidad..., pero tampoco está esto firmado.
Akila –dijo Don
Zacarías- mañana me tienes preparado un informe completo de esta lectura, donde
de forma muy pormenorizada nos explicarás como se llama esto en Derecho, con
arreglo a la Ley actualmente vigente y tú Jeremías, que hoy me has demostrado
que más que un gato, eres un autentico “león de pelo en pecho”, nos dirás cual
de las dos respuestas que diste fue la correcta.
Seguro que, por la
“somnolencia” que tengo, hoy hay tormenta.
Por hoy y después
que terminemos con el vino y Akila coma los ratones “coloraos” que restan en
las bandejas, para que le den la sabiduría necesaria para explicar esto en sus
debidos términos, abandonamos la sala de video conferencias y que el
“rabillador” diga al servicio doméstico que esto necesita una esmerada
limpieza.
Comunica esto al
citado “rabillador” Jeremías, hazme este favor y que lo transmita
inmediatamente al personal de limpieza.
Don Zacarías –dije-
a primera hora de la mañana y por correo nocturno de la empresa Airborne
Express, he recibido dos ejemplares de la Biblia en verso del traductor
estadounidense Everett Fox que me han costado más de 1200 euros y que he puesto
de mi bolsillo, por lo que desearía que me fueran devueltos y se cargaran a la
explotación de cerdos ibéricos y ovejas merinas.
Miraré a ver qué
puedo hacer, pero recuerda que yo te dije que te hicieras con un ejemplar, pero
no dos, por lo tanto la mitad de esos 1200 euros corren de tu cuenta.
En vista de esto
–le contesté- yo me hago cargo de la totalidad, pero las Biblias son de mi
propiedad.
Es lo mejor que te
he oído decir en mucho tiempo, son de tu propiedad y puedes disponer de las dos
Biblias como mejor te parezca. Incluso puedes memorizarlas, con una de ellas
que memorices puede que sea suficiente.
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