Capitulo.-2
En
presencia de Don Zacarías.
A primera hora de
la maña me he dirigido junto con Don Patrocinio y Don Zacarías a la sala de
vídeo conferencias, donde a la entrada de la misma ya se encontraba
esperándonos el porquero psicólogo, Don Jeremías Pelotari Tocador. Portaba bajo
su brazo, un porta folios bastante voluminoso.
A nuestra llegada a
la entrada de la sala de video conferencias nos ha dado los buenos días y
buenos días le hemos respondido con amabilidad y cortesía.
Una vez Don
Zacarías ha abierto la puerta, hemos entrado los cuatro y tomado asiento
alrededor de una mesa redonda y sin más preámbulos Don Zacarías le ha
preguntado:
¿Es cierto tal y
como consta en los archivos contenidos en un CD que se encontraba en una
carpeta que el Letrado Sr. Mínguez perdió, que se le ha abierto un expediente
disciplinario por unas faltas muy grave cometida en el Centro de Salud, en el
que Usted trabajaba como telefonista y de momento ha sido suspendido de sus
funciones de forma cautelar?
Respondió que sí,
que era cierto, pero lo que en un principio consideraron como falta muy grave,
ante las alegaciones que conforme a Derecho hice, ahora la consideran graves y
tal y como vi el panorama contraté los servicios del reputado Jurista, el
Letrado Sr. Mínguez, quien de momento ha puesto, con su buen saber hacer, al
instructor nombrado por el gato que ocupa el cargo de Gerente de Área de
Gatola, quien ha designado al gato técnico jurista Don Petróvich Mastuerzo, instructor del expediente que se me ha
abierto, pero el Sr. Mínguez lo tiene,
le repito, entre la espada y la pared por irregularidades cometidas en el
expediente.
Don Zacarías le
comentó que en el CD solamente hay una parte del expediente disciplinario que
se le ha abierto –perdón por tutearle- el resto del expediente. ¿Sabes dónde se
encuentra?
Si –respondió-
Te he tuteado
–continuo Don Zacarías- para una mejor comprensión y además fomentar la
confianza de unos con otros.
Don Jeremías
Pelotari Tocador le contestó: En este porta folios que le entrego consta todo
el expediente desde su inicio y con los folios debidamente numerados, que el
instructor hace unos días me entregó, solamente queda que pida la pena
correspondiente a la que con toda seguridad me van a condenar y que al final
así fue, pero en opinión del Letrado Sr. Mínguez está lleno de irregularidades
por lo que ya le ha pedido en un escrito
dirigido al Sr. Instructor Don Petróvich
Mastuerzo, que lo anule; entre otras causas por que según la Ley tiene
un plazo determinado para concluirlo, plazo que a todas vistas no ha cumplido y
además por indefensión, pues me interrogó en su día sobre una conversación
telefónica mantenida con una chamán del Centro Coordinador para gatos del 112
de la Junta de Castilla y León, la chamán se identificó como doctorada en el
gremio de los chamanes pero dudo que sea ni tan siquiera licenciada en
chamanismo pues en su opinión, el dolor que una señora tenía en un dedo del
pie, era debido a un cólico renal. Con arreglo a Derecho, mi abogado dice que
se da indefensión, pues ahora me acusa además, de cosas que no tienen nada que
ver con el interrogatorio al que fui sometido y por lo tanto no pude defenderme
de las nuevas acusaciones que ahora me imputa.
Tomó la palabra Don
Patrocinio Herrero Zapatero diciendo que deberíamos reunirnos de vez en cuando
para ir examinando todo el contenido del expediente, pero en secreto y que nos
acompañe para su examen el gato egipcio Akila, por si pudiera aportar algo para
su esclarecimiento, pues todos sabemos que es un experto en descifrar
jeroglíficos y escritura cuneiforme y además campeón mundial del juego conocido
como senet. Desde ahora quedas relevado de tus obligaciones como porquero
psicólogo, conservando tu salario hasta que este asunto se resuelva. De momento
voy a ponerme en contacto con mi amigo J. Nuevo, pues ante el ingente aumento
de cerdos que en “El Encinar” se ha dado, necesito que me seleccione un mínimo
de veinte psicólogos que deberán cumplir los requisitos que con respecto a
vosotros le exigí.
El examen del
expediente –continuó- lo llevaremos a cabo por las mañanas, cuando los demás
estén en sus quehaceres diarios, estaremos protegidos por uno de los miembros
de “La Banda de los Festines”, el que designe Don Zacarías que es quien mejor
los conoce por haberlos instruido en diversas técnicas militares, tanto de
ataque como de defensa, el gato elegido de entre la banda de los festines
permanecerá armado hasta los dientes a la entrada de esta sala, con su correspondiente
tirachinas, honda con sus correspondientes proyectiles y cerbatana con jeringas
que contengan sedantes instantáneos para elefantes de más de tres mil
kilogramos, estará situado por la parte de afuera de la puerta y esta
permanecerá en todo momento cerrada con el fin de que nuestro protector no
pueda oír nada. El examen del expediente lo comenzamos dentro de unos días y de
lo que aquí se comente, el medio escribano que aquí se encuentra reunido con
nosotros tomará las debidas notas fidedignamente.
Don Zacarías le
preguntó que si el porta folios con todo su contenido lo podía guardar en la
caja fuerte de la oficina para tenerlo a mano los días que se señalen para su
estudio y examen, o mejor -dijo- que el medio escribano haga cinco copias de él
en PDF, con el fin de que tengamos una para cada uno de los asistentes a su
lectura, examen y comentarios correspondientes que de ellas hagamos. Ya ha
indicado Don Patrocinio lo que el medio escribano debe realizar, quien para que
no se pierda nada de lo que aquí se comente, solamente leerá las que le
indiquemos y de todo lo que aquí acontezca tomará las notas correspondientes y
hará un mínimo de dos copias de seguridad, por su trabajo desinteresado en este
asunto y debido a la crisis que padecemos, no percibirá ningún emolumento o
recompensa de ningún tipo, tampoco tendrá ni voz ni voto, a no ser que se le
indique lo contrario en algunos de los temas del expediente. Ahora vamos a
comernos una buena ración de ratones “coloraos”, para saber tanto como ellos y
ser listos en la resolución de este caso.
El porquero
psicólogo dio su conformidad sobre el destino de la carpeta, a Don Zacarías,
quien dio por terminada la reunión para todos. Hasta que José Luis -prosiguió-
nombrado en su día medio escribano oficial
en rigurosa exclusiva no tenga las cinco copias que necesitamos no
volvemos a reunirnos y sobre esto, todos debemos guardar la debida reserva, es
decir, fuera de aquí no se pueden hacer comentarios con respecto al expediente
abierto a uno de nuestros mejores porqueros psicólogos.
Con la excusa de
que tenía que atender a su sobrina Carmela y jugar con ella, Don Patrocinio fue
el primero que se levantó y los demás hicimos otro tanto, cada uno a sus
quehaceres. “El Gran tocador de Pelotas”, al estar exento de trabajar hasta que
analicemos el expediente en su totalidad, se ha encaminado al mesón restaurante
“El Taurino”. Irá a ahogar problemas con unos buenos vinos.
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